Viven días
a los que se le pierden
las pestañas
días de ojos feriados,
días...
por los que
nadie se atreve a llorar.
Días escapados
del hielo vacío, de esos días
con horas
apretadas, envalentonadas
que aún, infiltrados
por las noches
no pueden
disimular su
pobre luz.
Días que al
morir sin muerte
se revuelcan amarillentos
como si fueran hojas
enfundadas
de hiperbólico presente.
En el fondo y resistiendo
a tu lucha
siguen siendo cortesanos
aquellos días,
en los que fuiste herida
por tu primera
soledad.
ChicoMalo
15-10-2009
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